La ciudad de A Coruña se ha convertido en un destino turístico cada vez más demandado, y no es rato encontrar decenas de artículos recomendando una visita a la Torre de Hércules, a la Plaza de María Pita y al estadio de Riazor. Si bien es cierto que estos tres puntos tan característicos de la ciudad son parada obligatoria, es probable que en una mañana puedas visitar los tres si utilizas el transporte público para desplazarte; te llevará una hora o dos más si decides ir caminando. Pero, y luego, ¿qué?
Hay otros enclaves típicos de esta ciudad que deberías conocer, y ya no hablamos solo de monumentos y miradores, sino de los locales más emblemáticos de esta ciudad en una península, los lugares de ocio preferidos de los coruñeses, o incluso joyas escondidas que no mencionan las guías más genéricas.
Si estás en A Coruña por primera vez y quieres aprovechar al máximo cada hora, te proponemos este plan de tarde.
Museo de Bellas Artes
Te recomendamos empezar con una visita al Museo de Bellas Artes, un edificio en el que encontrarás tanto obras representativas de la pintura española (S.XVI – XX) como otras que presentan los rasgos característicos de la pintura gallega de los siglos XIX y XX. Tiene además una serie de exposiciones temporales que siempre merece la pena ver.
El propio edificio donde se alberga el museo tiene interés arquitectónico, pues recupera parte del antiguo convento de las Capuchinas. Fue el arquitecto Manuel Gallego Jorreto quien lo fusionó con un nuevo edificio de aspecto moderno que rápidamente enamoró a los coruñeses y todo aquel que visitaba la ciudad.
Esta primera parada de la ruta es un espacio adaptado para asegurar la accesibilidad, cuenta con audioguías y otros recursos para vivir una experiencia enriquecida, como por ejemplo visitas virtuales.
Visitar la Colegiata, la plaza de Azcárraga y la iglesia de Santiago
A pesar de estar plagado de joyas, lo cierto es que el casco viejo de la ciudad apenas tiene protagonismo en las rutas turísticas más populares. Nosotros te hablamos de tres puntos clave que puedes ver en un solo paseo, y cuya arquitectura e historia debes conocer.
Empezamos por la Colegiata, también llamada Santa María del Campo. Es un templo de estilo románico-ojival que data del siglo XII con posteriores remodelaciones. Estaba situada fuera de las murallas de la ciudad, de ahí su nombre, pues está dedicada a los navegantes. Los marineros visitaban la colegiata al regresar de sus travesías en señal de agradecimiento por haber regresado sanos y salvos a puerto.
Sigue bajando y llegarás a la plaza de Azcárraga, un rincón que esconde una fuente de los deseos que data del siglo XIX, una obra de fundición elaborada en París en 1870. En su época, esta plaza acogía uno de los mercados de la ciudad y estaba rodeada de edificios tan importantes como el ayuntamiento, la casa de Intendencia y el almacén de artillería.
Poco más abajo se encuentra el templo que honra a Santiago y a los peregrinos que viajaban a Compostela. Del siglo XII, es la iglesia más antigua de la ciudad y el segundo monumento en pie más antiguo de A Coruña.
Tomar algo en María Pita
Si has seguido nuestra ruta puedes aprovechar y bajar hasta la Plaza de María Pita por la calle Capitán Troncoso, famosa por sus edificios de colores que dan a la calle un aspecto de cuento.
Si eres del tipo de viajero al que le gusta fotografiar sus escapadas, este es un sitio excelente para parar y sacar unas cuantas. Es una calle peatonal por la que apenas pasa ente, no será difícil encontrar un momento en que esté vacía para hacerte ese selfie para la memoria.
En la plaza verás el edificio del ayuntamiento, con sus impresionantes soportales. La fachada de las casas que rodean la plaza presentan una imagen digna de ver, con sus vidrieras y colores. Intégrate con los locales y siéntate en una terraza a tomar algo. ¡Descansa, que llevas mucho tiempo caminando!
Visita el Castillo de san Antón
Una vez hayas recuperado la energía, no desaproveches las últimas horas de sol. Esta vez te recomendamos salir de María Pita por la Puerta Real, que da a la avenida de la Marina. Esta explanada es escenario del ocio de tarde de gran parte de la ciudad. Jóvenes y no tan jóvenes llenan las terrazas mientras los niños juegan en el parque. Puede que, si te acercas al mar, veas también a algún pescador probando su suerte.
Sigue el paseo marítimo por la costa hasta el Castillo de San Antón, un baluarte construido para guardar la ciudad y que formó parte de la red estratégica de castillos y baterías erigidos en el siglo XVI para proteger A Coruña.
A día de hoy, y desde 1960, entre sus paredes se encuentra el Museo Arqueológico e Histórico de la ciudad. Si puedes, entra a ver la exposición y las vistas de la ciudad desde sus almenas.
Conoce la tienda de Sargadelos
Ya es hora de la última parada obligatoria antes de dar por terminada la tarde. Nuestra recomendación es que aproveches para visitar la galería de la tienda de Sargadelos en la ciudad. Sargadelos es una casa de cerámica gallega que data de 1806. El crédito de su nacimiento corresponde a Antonio Raimundo Ibáñez, Marqués de Sargadelos, cuyas piezas ya entonces destacaban por su brillante esmalte blanco.
La marca ha contado siempre con un sello de identidad muy marcado, reflejado en sus piezas a través de los años (y de los siglos). Sus esculturas y vajillas están presentes en todas las casas gallegas, pues los esmaltes azules que a día de hoy reconocemos de un vistazo son ya parte del imaginario de la cultura gallega.
En su galería, que está ubicada en el portal 56 de la Calle Real, a escasos minutos de la avenida de la Marina y del Obelisco, podrás encontrar algunas de las piezas más características de la marca, sus vajillas y figuras de colección, pero también gran variedad de diseños exclusivos e incluso piezas únicas.